Una de las fiestas más antiguas de algunos pueblos del Páramo Leonés es el día de la Machorra. Machorra se refiere a la oveja, que aún estando en contacto con el carnero, lleva dos años sin parir. Como descanso de las tareas de vendimia, el 31 de Octubre (víspera de Todos los Santos), las cuadrillas de mozos de los pueblos parameses sacrificaban una machorra para su posterior degustación. Cada cuadrilla se reunía en un lagar y celebraban el día con aguardiente. La festividad solía durar hasta que se terminaban las reservas de carne del animal sacrificado.
También era costumbre que las cuadrillas hicieran visitas a corrales ajenos para hurtar algún conejo, gallina o pollo con los que acompañar la carne de oveja. Incluso, en ocasiones, las cuadrillas acudían a los lagares de otras cuadrillas para robarles la carne de machorra sacrificada.
Por la noche no faltaban las bromas que las cuadrillas veteranas hacían a las novatas. Todo era alegría hasta las doce de la noche, hora de las ánimas. En ese momento, algunas cuadrillas de mozos previamente designadas, solían salir a cantar unas coplas, rematadas finalmente con un Padrenuestro. Las demás cuadrillas guardaban un silencio sepulcral, teniendo por música de fondo el lamento de las campanas tocando a duelo.
NOTA: Mi padre me ha contado de forma básica esta tradición. El resto es información que he encontrado en Internet. Si alguien tiene más información sobre esta celebración, podéis enviármela a mi dirección de correo (sylviabitxo@gmail.com) o dejando un mensaje en esta misma entrada.
0 comentarios:
Publicar un comentario