Cándido Santiago Álvarez, el mismo escritor de La ronda en el Páramo Leonés, escribió en 1983 otro artículo relacionado con las manifestaciones religiosas en la zona. El artículo aparece de nuevo en Revista de Folklore, nº 35, tomo 03b, páginas 147-159.
Os dejo el artículo:
La Cultura Popular del Páramo Leonés: Manifestaciones religiosas
La orografía y clima del Páramo leonés han moldeado la personalidad de sus moradores, hombres y mujeres emprendedores y tenaces que no han regateado esfuerzos para transformar esas tierras áridas y yermas en rico vergel. Primero alumbrando aguas, por medio de pozos, luego colaborando denodadamente con la iniciativa estatal para la ejecución del regadío actual.
Consecuencia de todo esto es el progreso económico operado en El Páramo desde finales de los años cincuenta reflejado en el adecentamiento de casas y pueblos que hacen más llevadero el rigor invernal de estas tierras y gratifica el duro esfuerzo de los parameses para arrancarle a sus tierras abundantes cosechas.
Este aire de modernidad, esta adaptación a los avances tecnológicos, ha traído como consecuencia el olvido y abandono de las costumbres y hechos tradicionales de los pueblos parameses que ininterrumpidamente se sucedían año tras año y que definían el ser paramés.
Nosotros pretendemos colaborar en la recuperación de la cultura popular paramesa antes de que sea olvidada completamente. El trabajo que aquí presentamos está dedicado a algunos aspectos de la vida religiosa de la comarca, recopilados principalmente en Santa María del Páramo; son fruto de recuerdos de nuestra infancia y juventud, complementados con informaciones de habitantes de la localidad.
Rogativas para pedir la lluvia
Antes de los regadíos actuales, había una clara separación entre el secano y el regadío, tanto por su ubicación con respecto a los pueblos como por las producciones obtenidas. En cualquier caso si las lluvias no eran abundantes secano y regadío dejaban sentir sus efectos, por lo que era corriente impetrar la intervención divina.
Eran frecuentes la bendición de campos, las rogativas, novenas y procesiones con las advocaciones locales para obtener el favor divino y ver la recuperación de los cultivos afectados por la sequía.
En Santa María del Páramo, las rogativas para pedir agua, estaban dirigidas a la Virgen María bajo la obvocación de Nuestra Señora de la Guía, patrona de la localidad. Se hacía una consulta popular para "votar" a la Virgen. Si el pueblo mayoritariamente decidía votarla, se retiraba la imagen de su trono, se la sacaba en procesión por el campo, luego se hacía la novena y acabada ésta, otra vez salía en procesión para finalmente entronizarla. Una nueva "votación" de la Virgen sólo podía realizarse si habían transcurrido tres años desde la anterior.
Se entonaban diversas canciones para pedir el agua, sólo transcribiremos dos porque el tema podría ser objeto de un tratado monográfico.
Virgen Santa de la Guía (1)
por todas partes nombrada
que hasta los campesinos
en Vos tienen la confianza
Virgen Purísima Madre de Dios
a ti acudimos con devoción
en este Valle de las Miserias (bis)
que nos concedas tu protección (bis)
Agua pedimos Señora
Virgen Santa de la Guía
nosotros la recibimos (bis)
llenos de fe y alegría (bis)
.... .... .... .... .... ....
Adiós Virgen de la Guía
la del manto cristalino
que nos marchamos diciendo (bis)
vivan la Virgen y el Niño (bis)
La segunda canción tiene la estructura de un ramo, aunque no nos consta que en Santa María del Páramo se ofrecieran ramos para pedir agua. Este canto se hacía en el templo acabada la novena y después de la procesión.
Virgen Santa de la Guía (2)
Madre de Dios Soberana
con contento y alegría
venimos a visitarla
El día que os pidieron
Virgen Santa Soberana
sólo en aumentar su nombre
el temporal ya mudara
El día que te sacaron
de esa tu bendita casa
por la mañana llovía
y a la tarde claro estaba
Para que vieras los frutos
que sumergidos estaban
que sólo con ver tus ojos
reverdecidos quedaban
El humilde labrador
se salió a ver sus senadas
viéndolas tan sumergidas
triste se volvió a su casa
Hijos de mi corazón
queridos de mis entrañas
qué vamos a comer
si no hay pan en las senadas
El centeno ya va seco
el trigo en camino estará
agua Virgen de la Guía
agua Virgen Soberana
Ya saliste por el campo
ya las vistes Madre amada
qué le dirás a tu Hijo
al ver tan poca senada
Vos sois la fiel mayor
donde nunca cupo mancha
donde los pecadores
tenemos la confianza
La Navidad
La Navidad, con su sentido religioso y profano bien diferenciados, era una época del año de verdadera unión familiar, sin el acoso publicitario incitante al consumo de esta o aquella golosina, bebida, etc. Al amor de la cocina, único lugar caliente de las casas, se cantaban villancicos y se narraban historias de índole muy diversa.
Entre los villancicos recordamos estos dos:
Para Belén camina (3)
una niña ocupada
hermosa es cuanto bella
y un viejo la acompaña.
Gloria, Gloria Reina
Sagrada.
Llegaron a Belén
por Dios piden posada
responden desde dentro
quién a mi puerta llama.
Gloria...
Si traen dinero qu'entren
y si no que se vayan
dinero no traemos
pero sí un rey de plata.
Gloria...
Esa es poca moneda
váyase a otra casa
quedó el santo turbado
al oír tales palabras.
Gloria, Gloria Reina
Sagrada.
A esta puerta llama un niño (4)
más hermoso que el sol bello
dice que no tiene frío
y el pobrecito está en cueros.
Anda dile qu'entre
se calentará
ya que en esta tierra
aún hay caridad.
Entró el niño y se sentó
y estándose calentando
le pregunta la patrona
de qué tierra es su reinado.
Mi madre ha venido
de lejanas tierras
mi padre es del cielo
yo soy de la tierra.
Hazle la cama a este niño
en la alcoba y con primor.
No me la haga usted señora
que mi cama es un rincón
mi cama es el suelo desde que
nací y hasta que en cruz
muera ha de ser así.
El primero es una versión paramesa de una parte de la pastorada (5), a finales del siglo pasado y principios del presente debía formar parte de la ofrenda del ramo, pues recordamos haber oído que se interpretaba en el templo con pandereta y castañuelas y se bailaba en el crucero delante del Nacimiento (6). El otro es una versión del romance El niño perdido, que ya fue recogido por el agustino P. César Morán en las montañas leonesas (7).
El canto y ofrenda del ramo es otra de las tradiciones perdidas y que tenía lugar en día de Nochebuena. En Santa María del Páramo se ofrecían varios ramos, corriendo a cargo del sexo femenino este ofrecimiento. Todas las categorías de edad ofrecían su ramo. El más esperado era el ofrecido por las mozas en la misa del Gallo. La estructura literaria es similar a la de otros ramos de la provincia (8, 9) aunque se observan diferencias en los textos.
Se comenzaba entonando los cantos de entrada, en los que se pedía permiso para entrar en el templo a la justicia y al cura párroco:
Para entrar en el templo
licencia pedimos primero
al señor cura párroco
y a la justicia del pueblo.
A continuación se interpretaba la comedia de camino hacia el altar mayor, que es como un romance del nacimiento de Jesús. Luego venía el villancico y finalmente las Pascuas al señor cura y al sacristán, procediéndose ala entrega del ramo.
Los ramos que a continuación transcribimos se cantaron entre 1923 y 1925.
Comedia I (10):
Al toque de las campanas
hemos venido a esta iglesia
a adorar al Sacramento
a la Gloria dulce prenda.
Estamos en este templo
las doncellas obedientes
venimos a visitar
a Jesús Omnipotente.
A la Virgen de la Guía
al llegar a su presencia
postradas y de rodillas
haremos la reverencia.
Levantaros compañeras
sigamos la estrecha senda
que la Virgen de la Guía
allá l'ante nos espera.
Sagrada Virgen María
resplandeciente lucero
de la Guía Soberana
Madre del Divino Verbo.
Virgen Santa de la Guía
Madre de Dios poderosa
que brilláis en el altar
más que las piedras preciosas.
Dios te salve Virgen María
que en Nazaret naciste
hija de Joaquín de Ana
esposa de San José.
La Divina Providencia
te escogió con amor
para esposo de María
y padre del Redentor.
Madre de Jesús Divino
del que acaba de nacer
a las doce de la noche
en el portal de Belén.
A eso de la media noche
por instantes más o menos
cuando los gallos cantaban
se acercaba el nacimiento.
Se ha llenado el portalillo
de un resplandor tan inmenso
que alumbra cielos y tierra
en aquel instante mismo.
Un ángel bajó del cielo
publicándoles la nueva
a unos sencillos pastores
que paraban allí cerca.
Luego corrieron noticia
y a los tres días vinieron
tres Reyes de lejas tierras
con muchísimo silencio.
Guiados por una estrella
que así lo permite el cielo
por fin a Belén llegaron
preguntaron al portero.
Dónde está el recién nacido
hijo de Dios verdadero
entraron en el portal
al instante que lo vieron.
Al punto se arrodillaron
aquellos nobles mancebos
con intención adoraron
aquel hermoso lucero.
y nosotras compañeras
humildes y con cariño
adoremos a María
a San José y al su Hijo.
Villancico I (11):
El Verbo se hizo hombre
y nos pide que le amemos
para hacer la envoltura
que será bien esperado.
Una camisa le harás
y será de fina tela
guardando como se debe
los precetos de la iglesia.
Unos pañales le harás
y serán de lienzo fino
guardando como se debe
los diez precetos divinos.
Una mantilla le harás
y echarás por guarnición
de las dos cintas preciosas
el silencio y la oración.
Una gorrita le harás
y será de seda doble
creyendo que baja al mundo
a salvar los pecadores.
Una cunita le harás
y será de finas pajas
procurando en este tiempo
el no enfadarte por nada.
Un ramito le has de hacer
de flores no marchitadas
y si guardas estas flores
serás bien aventurada.
Pascuas I (12):
A los señores curas
pastores del santo clero
les damos felices pascuas
en unión de todo el pueblo.
Cuando la misa celebra
representa a Jesucristo
de los cielos a la tierra
hace bajar a Dios mismo.
En figura de paloma
al altar del sacrificio
cuando la custodia se abre
todo es gloria y regocijo.
La bendición le pedimos
Virgen Santa de la Guía
para que nos la eche
nos postraremos de rodillas.
Volvamos a levantar
con la santa bendición
que nos la ha echado María
y la pura Concepción.
Virgen Santa de la Guía
este ramo te ofrecemos
en memoria y reverencia
del glorioso nacimiento.
Levántese el señor Julio
si está por ahí sentado
de manos de estas doncellas
recíbanos este ramo.
Adiós Virgen de la Guía
la del manto cristalino
que nos marchamos diciendo
vivan la Virgen y el Niño.
Comedia II (13):
Hoy noche de Navidad
venimos estas doncellas
adorar al niño Dios
en los brazos de la Reina.
El día ocho de diciembre
según la escritura enseña
fue la concepción divina
de esta soberana Reina.
En ese dichoso día
la divina Omnipotencia
creó a nuestro padre Adán
y de Adán creó a Eva.
Vestidos los dos de gracia
porque así se mantuvieran
pero la serpiente mala
de ignorancia engañó a Eva.
Cumplidos los nueve meses
ha mandado Augusto César
que los padres de familia
a pagar un censo fueran.
Era José de Belén
y por eso le hizo fuerza
el ir a pagarlo allí
y dio a su esposa de ello cuenta.
Emprendieron su viaje
¡Oh mi Dios! y quién se fuera
con tan santa compañía
para gozarla más de cerca.
Con las cosas necesarias
una caja donde llevan
las cosas para el infante
por lo que Dios dispusiera.
Por el pesar que le causa
por estar el parto cerca
y cuando a Belén llegaron
eran ya las nueve y media.
Hasta las doce han dado
llamando de puerta en puerta
como los ven tan pobres
sus parientes los desprecian.
Desconsolado José
con su esposa se lamenta
diciendo esposa mía
esto algún misterio encierra.
Que no haya quien recoja
al rey de cielos y tierra
salgamos de Belén
que allá fuera hay una cueva.
Que le sirve a los pastores
de establo para sus bestias
y si está desocupado
descansaremos en ella.
Luego que en la cueva entraron
San José encendió candela
ella barre el portalillo
muchos ángeles con ella.
A las doce de la noche
María es de gracia llena
dio a luz al gran Salvador
cuando por los aires suena
Gloria a Dios en la altura
y paz al hombre en la tierra.
Villancico II (14):
Virgen sagrada María
patrona de nuestra patria
madre de nuestro Señor
en quien nunca cupo mancha.
A Belén vamos doncellas
que la aurora brilla ya
que el amor de los amores
en un portalillo está.
Diste a luz en Belén
entre la gente mala
que al mismo Dios del cielo
no le quisieron dar posada.
A Belén...
A eso de la media noche
cuando los gallos cantaban
pastores bajan del monte
y al mismo Dios adoraban.
A Belén...
Se pasó la fuerte noche
y a las seis de la mañana
el sol desprendió un rayo
de aquella Divina gracia.
A Belén...
A la Divina Justicia
que en aquel portal estaba
los tres reyes del Oriente
en Belén se presentaban.
A Belén...
Cogen al niño en sus brazos ,
y tiernamente le aman
le hacen ciertas ofrendas
lo primero es oro y plata.
A Belén...
Lo segundo incienso y mirra
para que corra la fama
por todas las partes del mundo
por toda la Iglesia Romana.
A Belén...
Despidiéronse los Reyes
de aquella blanca paloma
de aquel panal de azucena
de aquel lucero sin mancha.
A Belén...
El demonio enfurecido
lleno de cólera y rabia
escribió una carta a Herodes
diciéndole estas palabras.
A Belén...
Sabrás mi dueño y señor
cómo el gran príncipe manda
que en la ciudad de Belén
tenéis gente mala.
A Belén...
Un hombre muy bien anciano
parece ser un pirata
una doncellita hermosa
dicen que la trai robada.
A Belén...
Dio a luz un hermoso niño
en la ciudad de la plata
quita los rayos al sol
y las corrientes al agua.
A Belén...
Dice ser rey de los cielos
y de toda nuestra patria
que Herodes enfurecido
mandó seguir una escuadra.
A Belén...
Para que le corten la cabeza
y a su palacio la traigan
mas no quiso Dios del cielo
que lograra tal hazaña.
A Belén...
Bajará un ángel del cielo
y a la Virgen soberana
que se marchen para Egypto
de entre aquella gente mala.
A Belén...
Caminan los dos esposos
por una obscura montaña
donde cae la nieve a copos
y los hielos no cesaban.
A Belén...
Adiós dulcísimo niño
adiós dulcísima reina
adiós ministro de Dios
adiós reina de esta iglesia.
Pascuas II (15):
Muy buenas y santas pascuas
damos en el santo templo
primero a D. Salvador
que celebra el sacramento.
Y también al señor Julio
felices pascuas le damos
que las tenga muy felices
que sea por muchos años.
A la Virgen de la Guía
madre de consolación
este ramo le ofrecemos
con el alma y corazón.
Con el alma y corazón
con el alma noche y día
echamos la bendición
Virgen Santa de la Guía.
Arriba nobles doncellas
con el corazón contrito
con esto damos las gracias
a la madre y a su hijo.
Levántese el señor Julio
si es que se encuentra sentado
coja el ramo a las doncellas
que a la Guía se lo damos.
Dios nos dé salud y gracia
a todos los de esta iglesia
nos dé paz en esta vida
y después la gloria eterna.
Adiós Virgen de la Guía
adiós madre de clemencia
adiós Virgen de la Guía
adiós corona de estrellas.
La cuaresma
Acabada la Navidad, las mozas sacaban las castañuelas, empezaban a hacer ronda por el pueblo entonando canciones como prolegómeno de lo que pronto serían los Antruejos, tema del que nos ocuparemos en un próximo trabajo.
El comienzo de la cuaresma, marcado por el día de ceniza, era aprovechado por los chicos para sacar matracas y carracas, que al igual que las castañuelas en el caso de las chicas, les acompañaban durante todo el tiempo cuaresmal, rondando el pueblo y atronando al vecindario. Se adiestraban en el uso de estos instrumentos para demostrar en la iglesia, el día de Miércoles Santo, día de las tinieblas, la habilidad en su manejo.
Ese día acudían todos los chicos al templo, armados con sus carracas, matracas, o en su defecto cualquier objeto que fuera capaz de producir ruido grave. El cura y el sacristán iniciaban un dúo en latines y a medida que el acto litúrgico transcurría, el sacristán iba apagando, una a una, las trece velas del cirial. Cuando había concluido con la última, el templo quedaba a oscuras, entonces el rapacerío comenzaba a bater matracas, girar carracas, etc., produciendo un ruido ensordecedor. Cuando la luz volvía, a voluntad del cura, se acababa el ruido permaneciendo el rapacerío sonriente y satisfecho ante tal efeméride.
A pesar del acto litúrgico, también la picaresca hacía su labor al amparo de la oscuridad y el anonimato. Se prodigaban los pinchazos y codazos a las personas mayores, pero a lo que con más ahinco se empleaba la gente menuda era a atar a las viejas entre sí por medio de las cerras de chales y mantones o bien a clavarles las sayas a los bancos.
Viernes Santo era el último día que permanecían las carracas y matracas en la calle. Ese día servían para avisar a los fieles cuando iban a dar comienzo los oficios religiosos, pues no se podían tocar las campanas hasta el Sábado de Gloria.
En el aspecto musical este período del año tenía una manifestación de verdadero sabor popular que hoy prácticamente se ha abandonado. Todos los viernes de cuaresma, después del rosario, se cantaba el "Miserere", un relato sucinto de la Pasión. Era interpretado por todo el pueblo ante la imagen de Cristo Crucificado, una bella talla gótica:
Por vuestra pasión (16)
dulce dueño amado
no sea yo triste
de vos condenado.
Por mí y por el mundo
siempre entre trabajos
para dar ejemplo
vivisteis penando.
Por mí fuisteis preso
y abofeteado
y fuisteis vendido
de un perverso ingrato.
Por mí en tu sagrado
cuerpo descargaron
cinco mil azotes
sayones tiranos.
Por mí una corona
de espinas ¡oh ingrato!
te puso tu pueblo
por burla y escarnio.
Por mis graves culpas
un leño pesado
llevasteis al hombro
al monte calvario.
Por mí en una cruz
fuisteis enclavado
¡oh inmensa paciencia!
con tres duros clavos.
Por mí, amarga hiel
y vinagre amargo
gustaste aunque no
quisiste apurarlo.
¡Oh Virgen Santísima!
refugio y amparo
al pie de la Cruz
perdón consigamos.
También era corriente cantar el Calvario por diversas calles del pueblo, entonando cada estación, en puntos concretos, donde estaban instaladas las correspondientes cruces. Dámaso Ledesma (17) recoge varias versiones de este mismo Calvario en otros tantos lugares de la provincia de Salamanca:
Alma que ociosa te asientas (18)
mas logrando mi pasión
es posible que yo sienta
mis dolores y mis afrentas
mi muerte pena y dolor.
Lágrimas de corazón
de puro dolor lloremos
para que todos logremos
los frutos de la pasión;
lágrimas de corazón.
Levántate fervorosa
pues te llamas diamante fino
busca la piedra preciosa
que la hallarás amorosa
si andas el sacro camino.
Lágrimas...
En la primera estación
atento quiero que notes
con cuánta resignación
llevé por tu redención
más de cinco mil azotes.
Lágrimas...
Hombre mira y considera
movido de compasión
que en esta estación primera
me sentencian a que muera
entre uno y otro ladrón.
Lágrimas...
A la segunda camina
verás el tributo vario
todo el pueblo determina
al son de ronca bocina
me conduzcan al calvario.
Lágrimas...
Guiando va un pregonero
ala descollada cumbre
del inocente cordero
va abrumado de un madero
con modestia y pesadumbre.
Lágrimas...
Caí en la estación tercera
y todos allí gritaron
muera el embustero muera
y con indignación fiera
del suelo me levantaron.
Lágrimas...
Una soga a la garganta
me echaron para tirar
pero con violencia tanta
que para sentar la planta
apenas me dio lugar.
Lágrimas...
Camino todo obediente
al protector de mis padres
cuando se me pone al frente
mi desconsolada madre.
Lágrimas...
En este paso colige
yo de que la vi venir
vuélvete madre la dije
que tu pena más me aflige
saber que voy a morir.
Lágrimas...
En esta jornada larga
tan fatigado me veo
que una aflicción tan amarga
me ayuda a llevar la carga
alquilando al Cirineo.
Lágrimas...
No lo hacen por caridad
al peso con que me inclino
sino llenos de impiedad
y temiendo su crueldad
quedé muerto en el camino.
Lágrimas...
Con la fatiga y calor
me veía desfallecer
cuando movida a dolor
limpió mi rostro el sudor
una piadosa mujer.
Lágrimas...
A tal estado he venido
que con ser cielo sereno
me hallo tan escurecido
que sólo soy conocido
con llamarme Nazareno.
Lágrimas...
Caí ¡oh qué desconsuelo!
al salir de la ciudad
me levantaron del suelo
tirando de barba y pelo
con fiera inhumanidad.
Lágrimas...
A violencia de empellones
a caminar me precisan
entre empurias y baldones
metido entre dos ladrones
todos me arrastran y pisan.
Lágrimas...
De unas mujeres oí
unos ayes lastimeros
pero las correspondí
diciéndolas que por sí
llorasen por sus pecados.
Lágrimas...
Si por culpas ajenas
esto se ejecuta en mí
cuán crueles serán las penas
de horrores y espanto llenas
que padeceré por ti.
Lágrimas...
La gravedad del pecado
la Cruz que tanto pesó
que rendido y fatigado
del todo ya desmayado
en el suelo me postró.
Lágrimas...
Al quererme levantar
como la fuerza era poca
caí para más penar
tan recio que vine a dar
a la tierra con la boca.
Lágrimas...
Llegué al monte sin aliento
sin poderme ya tener
desnúdanme desatentos
y doblando mis tormentos
vinagre me hacen beber.
Lágrimas...
Qué vergüenza y qué pudor
contempla padecería
puesto del frío al rigor
en el concurso mayor
desnudo en el medio día.
Lágrimas...
Los más impíos tiranos
impelidos del furor
más que tigres inhumanos
me clavaron de pies y manos
cual si fuera un malhechor.
Lágrimas...
Después de fatiga tanta
un palo mi cama fue
de sólo el anchor de un pie
y de largo más de tres
donde el cuerpo se quebranta.
Lágrimas...
Ya que en la Cruz me clavaron
inhumanos y crueles
en alto me levantaron
ya con lanzas los soldados
ya verdugos con cordeles.
Lágrimas...
Mírame entre tierra y cielo
de tres escachas pendiente
tiembla de dolor el suelo
rasgose en el templo el velo
y el hombre no se arrepiente.
Lágrimas...
A la última viniste
contempla aquí con piedad
a mi madre la más triste
que jamás verás y viste
llorando su soledad.
Lágrimas...
Finalmente transcribimos un romance de la Pasión, en el que se relata todo lo ocurrido desde el Domingo de Ramos al Viernes Santo (19).
Domingo de Ramos
Jesús que triunfante entró
domingo en Jerusalem,
por Mesías aclamado
y todo el mundo en tropel
a recibirle salió.
Con muchos ramos y palmas,
jazmines y violetas,
que sembraron por la tierra
por onde el Señor pasaba
se abrían todas las puertas.
Las calles entapizadas
con muchos rasos y telas
las capas se las quitaban,
tirándolas por la tierra
pon onde el Señor pasaba.
Fueron muchos los osequios
y grandes recebimientos
de nuestro Padre amoroso
Santo, Santo, rey del cielo,
Santo repitieron todos.
Y todos en procesión
le siguieron muy contentos
no te cause admiración
que hasta los niños de pecho
alababan al Señor.
Con sus lenguas tiernecitas
dejándose de mamar
decían: ¡Viva el Mesías!
que nos viene a rescatar
nuestras almas en este día.
Con grande triunfo y amor
hasta el templo le llevaron
y las puertas se cerraron
pero las abrió el Señor
los judíos se pasmaron.
Dos entradas se le hicieron
con notable variedad
el domingo entró con palmas
y volvió el jueves a entrar
con las manos maniatadas.
Por este raro misterio
dulce pastor de las almas
concédenos la victoria
y llévanos entre palmas
a gozar la eterna gloria.
Lunes Santo
Jesús tranquilo fue a orar
por la gracia arrebatado
y quiso al fin derramar
su sangre por rescatar
al hombre de su pecado.
A su padre en la oración
se dirige fervoroso
pidiendo de corazón
del hombre la salvación
con un acento amoroso.
Probó la santa virtud
por culpa de los mortales
martirizado en la Cruz
sufriendo horrible inquietud
y tratamientos fatales.
Sus palabras amorosas
al Eterno dirigidas
cual plegarias amorosas
en las regiones gloriosas
fueron al fin atendidas.
Cristiano si consideras
lo que Jesús padeció
y la salvación esperas
arrepiéntete de veras
pues por tu culpa murió.
Martes Santo
Martes Santo se juntaba
en la casa de Caifás
la sinagoga malvada
que a Jesús sin más ni más
darle muerte intentaba.
Allí todos contestaron
si merecía la muerte
varios juicios se formaron
y por fin d'aquesta suerte
que muera Jesús clamaron.
Uno dice d'esta manera
mi parecer es que muera
porque predicando está
y nuestra ley verdadera
pronto la derribará.
Otro dice no tardarse
que muera según ley
que la dotrina que esparce
prohíbe al César ser rey
y él por rey quiere ensalzarse.
Otro dice con porfía
que muera es mi parecer
porque predicó estos días
queriendo hacernos creer
que es verdadero Mesías.
Por fin todos a una voz
prorrumpieron muera, muera.
¿Qué cometiste mi Dios
contra esta gente tan fiera
que todos van contra vos?
Miércoles Santo
Miércoles Santo salió
Judas con falsos intentos
casa Caifás entró
y juntos los fariseos
d'esta suerte les habló.
Príncipes ¿qué es lo que hacéis?
¿Estáis de Jesús tratando
el cómo le prenderéis?
Yo lo pondré en vuestras manos
si algo me prometéis.
Y si no le conocéis
una señal también dejo
para que sepáis quien es
aquel que yo le dé un beso
es el que habéis de prender.
No penséis que esto es engaño
de mi maestro maldigo
boca, lengua, pies y manos;
respondió el falso concilio
trenta dineros te damos.
Dice Judas: Me contento
pero tengo algún recelo
y el alma se me inquieta
que juntos mis compañeros
me han de dar muerte adversa.
Judas, no tengas temor
así todos respondieron
que soldados de valor
bien armados te daremos
para prender al traidor.
Fue onde estaba la Virgen
y con una risa falsa
le dice: ¿De qué te aflijes
si conmigo sólo basta
para que tu hijo se libre?
Del gozo que recibió
aquella Virgen Sagrada
de cenar muy bien le dio
fue la cena tan colmada
que en nada falta la halló.
¡Oh Judas, falso traidor!
tú pagarás el pecado
de haber vendido al Señor
en quien todos confiamos
que nos da su salvación.
Jueves Santo
Lavatorio
Cual humilde y amoroso
tomó blanca toalla
el Señor y puesta al hombro
y una bacía con agua
para hacer el lavatorio.
Púsose a los pies de Pedro
el Señor para lavarlos
al punto se arrojó al suelo
diciéndole: Maestro amado
eso yo no lo consiento.
Eso de lavar los pies
para mí, Señor, se queda,
soy un pobre pecador
que vengo de baja esfera
mas no vos mi redentor.
Vos sois un Señor tan grande
y yo cual vil gusanillo
primero prefiero que antes
sea de fieras comido
que consentir que me lave.
Le miró el Señor y dijo:
Si no te dejas lavar
no me tendrás por amigo
ni menos podrás gozar
el eternal paraíso.
Al punto arrojóse al agua
diciendo: Lava mis pies
y todo mi cuerpo lava,
Señor aquí me tenéis
vuestra voluntad se haga.
La Cena
Jueves por la noche fue
cuando Cristo enamorado
con todo el pecho abrasado
quiso darnos de comer
su cuerpo sacramentado.
Cristo a la mesa
con todo el apostolado
tomó con su mano diestra
el pan y fue consagrado
que a todos les repartiera.
Pero aquel manso cordero
con todo el poder y gracia
quiso darnos por entero
su glorioso cuerpo y alma
mas le dio a Judas primero.
Antes de haber comulgado
a todos los pies lavó
también a Judas malvado
un sermón le predicó
mas poco le aprovechó.
Judas desoyó el sermón
pues ya tenía tratada
la venta de su Señor
con el senado inhumano
para darle muerte atroz.
Se salió desesperado
y marchó a Jerusalem
diciendo al pueblo malvado:
Salid, salid aprender
a mi maestro el falsario.
¡Oh Judas, falso traidor!
tu pecho la infamia abriga
entregas al Criador
a gente vil y lasciva
sin usar la compasión.
Entró el Señor en el huerto
a orar a su eterno Padre
alzó los ojos al cielo
sudó raudales de sangre
afligido y sin consuelo.
Por vuestra santa oración
digna de eterna memoria
que nos queráis perdonar
y nos llevéis a gozar
con los santos a la gloria.
El prendimiento
Estando el Rey celestial
en el huerto en oración
llegó Judas infernal
con su lucido escuadrón
siendo de ellos capitán.
Entraron con gran sigilo
al huerto de Gesemaní
salióles Cristo al encuentro.
¿A quién buscáis gente vil?
Así todos respondieron:
Buscamos al Nazareno.
Díjoles luego: Yo soy.
Al punto todos cayeron
con pasmosa confusión
como muertos en el suelo.
Luego el Señor al instante
dio licencia al escuadrón
para que se levantase
y con gran indignación
le embistieron como alarbes.
Con rabia ensoberbecidos
le dieron fuertes puñadas
San Pedro que aquesto vido
sacó su arrogante espada
con ánimo atrevido.
A un sayón cortó una oreja
dijo el Señor: Tente Pedro
que si defensa quisiera
ángeles tengo en el cielo
que a defenderme vinieran.
Pero es preciso morir
y que derrame mi sangre
para el hombre redimir
que si yo quisiera huir
el poder tengo bastante.
Viernes Santo
Las siete palabras
Viernes Santo ¡qué dolor!
expiró crucificado
Cristo nuestro redentor
mas antes dijo angustiado
siete palabras de amor.
La primera fue "rogar
por sus mismos enemigos".
¡Oh caridad singular!
que los que fueron testigos
mucho les hizo admirar.
La segunda un ladrón hizo
su petición especial,
la que Jesús satisfizo
diciéndoles: Hoy serás
conmigo en el Paraíso.
A su madre la tercera
palabra la dirigió
diciéndola recibiera
por hijo a Juan y añadió
que por madre la tuviera.
La cuarta a su padre Amado
dirige con afecto pío
pues viéndose tan angustiado
dijo dos veces: Dios mío
por qué me habéis abandonado.
La quinta estando sediento
por estar tan angustiado
dijo casi sin aliento
sed tengo y allí le fue dado
hiel y vinagre al momento.
La sexta, habiendo acabado
y plenamente cumplido
todo lo profetizado
dijo muy enternecido
ya está casi consumado.
La séptima, con fervor
su espíritu entrega en manos
de su Padre con amor.
D'esta manera cristianos
murió nuestro Redentor.
Culminaba la cuaresma con los solemnes desfiles procesionales de la Semana Santa, en los que todos participaban con fervor y recogimiento, inundando el pueblo con cánticos y oraciones, sin faltar el Rosario de la Buena Muerte:
Dainos Señor buena muerte
por tu santísima muerte
tan popular por tierras leonesas que aún hoy se interpreta.
NOTAS
(1) Informó de la letra: Felicitas Santiago Grande, 76 años. Cantaron: Felicitas Santiago Grande y Elena Alvarez Franco. Transcripción musical: Luis Bedmar Encinas.
(2) Informó de la letra: Felicitas Santiago Grande. Cantó: Idem. Transcripción musical: Luis Bedmar Encinas.
(3 y 4) Los cantaba Luzdivina Grande Simón, abuela del autor, fallecida en 1960.
(5) Libro de la "Corderada", Villamarco (León), p. 4.
(6) Se lo oímos a Luzdivina Grande Simón.
(7) P. César MORAN: Por tierras de León, p. 199.
(8) ALONSO PONGA, J. L.: "Los Ramos de Alcuetas: Manifestaciones religiosas populares en la Comarca de los Oteros" (León), Revista de Folklore, 1 (11), 1981, pp. 27-40.
(9) RODRIGUEZ, F.: "Ofrenda del Ramo en Noceda del Bierzo", Revista de Folklore, 1 (7), 1981, pp. 31-33.
(10) Informó de la letra: Felicitas Santiago Grande. Cantó: Idem. Transcripción musical: Luis Bedmar Encinas.
(11, 12, 13, 14 y 15) Informó de la letra: Felicitas Santiago Grande. Cantó: Idem. Transcripción musical: José Enrique Bedmar Estrada.
(16) Informó de la letra: Carlos Fidalgo. Cantaron: Felicitas Santiago Grande y Elena Alvarez Franco: Transcripción musical: José Enrique Bedmar Estrada.
(17) D. Dámaso LEDESMA: Folk-Lore o Cancionero salmantino, reed. 1972, pp. 145-148.
(18) Informó de la letra: Felicitas Santiago Grande. Cantó: Idem. Transcripción musical: José Enrique Bedmar Estrada.
(19) Lo cantaba Luzdivina Grande Simón. Recompusimos la letra con la colaboración de Felicitas Santiago Grande. Cantó: Felicitas Santiago Grande. Transcripción musical: José Enrique Bedmar Estrada.
Fuente: Revista de Folklore
Tenéis el artículo original, en el que se incluyen las partituras de las oraciones, en el siguiente enlace. Incluso os da la opción de imprimirlo.
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