17 de agosto de 2010

Juegos tradicionales

Estoy suscrita al Instituto Tecnológico del Juguete (AIJU) y el otro día recibí una encuesta que pretende estudiar las diferencias y similitudes entre los juegos de antes y los de ahora y su uso entre los niños. Os cuento esto porque esta encuesta ha despertado mi interés por conocer los juegos a los que jugaban nuestros abuelos. Aquí os dejo este pequeño recopilatorio. Si conocéis alguno más, no dudéis en dejar un comentario en esta misma entrada o en mandarme un e-mail a sylviabitxo@gmail.com.

La calva

La calva es un juego y un deporte tradicional que tiene su origen en las actuales provincias de Ávila, Salamanca y Zamora. Sin embargo, esta actividad se extendió poco a poco a otras comunidades, llegando incluso a las zonas paramesas. Su práctica se remonta a la época de los vetones. Era jugado por pastores, quienes para entretenerse lanzaban una piedra a un cuerno de vaca. A medida que el tiempo fue pasando, el juego fue modificado, y se sustituyó el cuerno por una pieza de madera (la calva) y la piedra por un cilindro de hierro o acero (el marro). El nombre de calva procede del lugar donde originalmente se practicaba, el calvero, terreno libre de maleza, piedras, etc., para lanzar mejor y que no se perdieran los utensilios.

El juego consiste en poner en el suelo un madero en forma de ángulo bastante obtuso, apoyado por uno de sus lados. El jugador, desde 14,5 metros (antes, probablemente 17 varas), debe tocar el madero, por el lado levantado, con el marro. Se hacen 25 tiradas, con dos anteriores de prueba.

Utensilios:

La calva es una pieza de madera, generalmente encina, roble o mimbrón, con forma de ángulo obtuso entre 110 y 120 grados. La parte inferior, base sobre la que se coloca en el suelo, recibe el nombre de zapata, mide 23 cm, y la parte superior es la alzada; y tiene una longitud de 22 cm.

El marro. En los inicios de este juego se empleaban marros de piedra, cantos de río a los que se le dio forma. Hoy generalmente son de hierro en forma cilíndrica u ovalada, con estrías y grabaciones (nombre del jugador, peso, longitud...). No supera los 30 cm de longitud y su peso oscila entre 2 y 3 kilogramos.

Dada la actual extensión del juego de la calva, el marro recibe diferentes nombres segun los lugares donde se práctique el juego, de esta forma son sinónimos comunes de marro: morrillo, morillo, murillo, borrillo, gorrillo.

La cancha:

Las dimensiones del campo de juego oscilan entre 25 metros de largo y 5 de ancho. La distancia de tiro esta unificada a 14,5 metros, teniendo de 3 a 5 metros de salida de cemento o baldosa y 6 u 8 de despeje de tiro.


La bigarza:

La bigarza puede denominarse de diferentes formas, como buarda. Como principales materiales para ejecutar este juego se encuentran los palos de escoba y una piedra. En cuanto al número de participantes, éste es ilimitado, ya que se reparten en grandes equipos. Uno de los jugadores arrojará al aire la bigarza, durante cuyo vuelo, deberá golpear en un palo para arrojarla lo más lejos posible. El equipo contrario debe atrapar la bigarza cuanto antes, de tal forma que así propiciarán que el jugador lanzador pierda. Si esto sucediese, pasaría a lanzar el siguiente componente del equipo, y así sucesivamente, hasta que han lanzado todos los miembros del equipo. Posteriormente, lanzaría el equipo rival.

Las tabas:

es un juego de destreza en el que se utilizan entre cuatro y siete tabas (huesos del juego de la rodilla de las patas traseras de los corderos), que en ocasiones se pintaban de diferentes colores. El juego consiste en lanzar a lo alto y dejar caer las tabas y la habilidad consiste en retener el máximo número de tabas posible sobre la mano.



La rayuela:

Consiste en lanzar una moneda o unos tejos desde un punto determinado, hasta una raya que previamente se ha trazado en el suelo. El competidor que consiga situar su tejo o moneda sobre la raya, o quién más se acerque, será el ganador de la partida. Generalmente, el ganador obtiene todo lo que haya sido lanzado como premio.

Las ponas

Las ponas son cartones de cajas de cerillas. En el suelo se marca una raya para que todos los participantes lancen su taco. Quién más se acerque, empezará el juego. Consiste en ir golpeando con la propia pona la de los demás participantes, de manera que hay que procurar empujarlas e ir alejándolas de un hoyo. En este hoyo están colocadas otras ponas, y se debe intentar sacarlas lanzando la propia y así obtener todas las que salgan.

El quiñe:

Sobre un montón de tierra blanda, cada jugador va clavando su "quiñe" (estaca de madera dura, acabada en punta). Cuando alguno falla o su quiñe es tirado por el quiñe de otro jugador, el que tira coge el quiñe caído o errado y lo tira contra el suyo, al tiempo que dice: "A Roma a por el siete" (el numero varía y lo elige el jugador). Los demás, mientras el compañero del quiñe tirado va a recogerlo, deben clavar su quiñe el número de veces indicado, en este caso, siete veces. Si no lo consiguieran serían también enviados a Roma.

El chito o tanga:

El chito o tanga consistía en colocar un canto o palo erguido, de unos 3 cm de base, sujetándolo a base de rodearlo de tierra. Desde el chito se medían unos cuantos pasos hacia atrás, donde se hacía una raya, desde la cual había que lanzar unos tejos para derribar y sacar al chito de un círculo previamente trazado. Normalmente el que le daba de lleno lo conseguía sacar y ganaba la apuesta hecha y si solamente se le daba de costado y no salía del círculo, los siguientes tenían la posibilidad de ganar. 

En otros lugares se llama chita y consiste en arrojar tejos o discos de hierro contra un pequeño cilindro de madera llamado tanga, tango o tangana y sobre el que se ponían unas monedas que se apostaban por los jugadores, o unas piezas metálicas similares, de manera que el jugador que lograba derribar la tanganas se llevaba todas las monedas que quedaban más cerca del tejo que de la tangana.

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